Dear Parishioners of St. Mary’s,
A happy and holy Christmas and new year to all of you. I am very grateful to all who helped with the Christmas decorations for the church, those who donated the flowers (and have kept them alive), our musicians, clergy, and servers who made the Christmas season Masses reverent and solemn (as is expected from St. Mary Parish), and to all who made generous financial gifts to the parish during the Christmas season. In the midst of a crazy time, I believe that we remain a beacon of hope for those who would be Catholic in a post-Christian climate. I am also grateful to those who give regularly to the parish. You are the “bread and butter” that keep us going each week. All things considered, we are holding our own. At the end of October our average Sunday Mass attendance was 300 people. In the middle of January, we are at approximately 350 each week. As an interesting note from my perch as a pastor, we have people who do not want to attend Mass here because we are being “superabundantly” cautious with regard to the Corona virus protocols, and those who have told me that they are grateful for our superabundance of caution because it makes them feel safe to come here as opposed to attending Mass elsewhere. I consider it most reasonable to err on the side of caution. “An ounce of prevention is worth a pound of cure”. Many have expressed to me their concerns about the future of the country and the Church. I can only offer the advice that was given to me many years ago by a priest who happened to be my best friend in high school and was ordained a priest long before I ever entertained the thought. Consider your sphere of influence. You cannot change the mind of your superiors. But you can pray that they will carry out the will of God and the law of His Church. You cannot control the outcome of elections, but you can vote for those who best uphold the ideals and teachings of the Catholic Church. You cannot make your neighbor grow in holiness, but you can grow in holiness yourself. Nothing, and no one, can keep you from heaven except yourself. We are in this world to prepare ourselves for eternal life with God. That, in my experience, is a full-time job. Remember the “Serenity Prayer”: God, grant me the serenity to accept the things I cannot change, In short, I give you the advice I give everyone who asks: pray, instruct, be an example, and never lose hope. These are enough to keep each of us busy no matter what comes our way. A blessed new year to all of you and thank you for your support. Fr. Ringley |
Estimados feligreses de Santa María,
Feliz Navidad y Prospero Año Nuevo para todos. Estoy muy agradecido con todos los que nos apoyaron con las decoraciones navideñas para la iglesia, aquellos que donaron las flores (y las han mantenido vivas), también a nuestros músicos, el clero y los servidores que hicieron las Misas de la temporada navideña reverentes y solemnes (como se espera de Santa María), y a todos los que hicieron generosas donaciones económicas a la parroquia durante la temporada navideña. En medio de un tiempo loco, creo que seguimos siendo un faro de esperanza para aquellos que continuaran siendo católicos en un clima poscristiano. También estoy agradecido con las personas que hacen sus donaciones financieras regularmente a la parroquia. Ustedes son “el alimento" que nos mantienen activos cada semana. Considerando todas las cosas, no andamos tan mal en nuestra parroquia. A finales de octubre, la asistencia promedio a la Misa dominical en Santa María era de 300 personas. A mediados de enero, estamos en aproximadamente 350 personas semanalmente. Como nota interesante de mi posición como párroco, puedo informar que así como hay personas que se resisten a asistir a Misa en Santa María porque estamos siendo “sobreabundantemente” cautelosos con respecto a los protocolos del Corona virus, hay otras personas que me han manifestado su agradecimiento por nuestra “sobreabundancia” de precaución, me dicen que esto los hace sentirse seguros al asistir a la Santa Misa en lugar de asistir a otro lugar. En lo personal, considero mas razonable ser Muchos me han expresado sus preocupaciones sobre el futuro de nuestro país y de la Iglesia. Solo puedo ofrecer el consejo que me dio hace muchos años un sacerdote que resultó ser mi mejor amigo en la escuela secundaria y que fue ordenado sacerdote mucho antes de que yo pensara en ello. Me decía: “Considera su esfera de influencia. No puedes cambiar la opinión de tus superiores. Pero puedes orar para que cumplan la voluntad de Dios y las leyes de Su Iglesia. No puedes controlar el resultado de las elecciones, pero puedes votar por quienes mejor defienden los ideales y las enseñanzas de la Iglesia Católica. No puedes hacer que tu prójimo crezca en santidad, pero tú mismo puedes crecer en santidad. Nada ni nadie puede alejarte del cielo excepto tú mismo. Estamos en este mundo para prepararnos para la vida eterna con Dios” Eso, en mi experiencia, es un trabajo de tiempo completo. Recuerden la Oración de la Serenidad: Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, En definitiva, les doy los consejos que les doy a todos los que me los piden: reza, instruye, sé ejemplo y nunca pierdas la esperanza. Estos son suficientes para mantenernos ocupados a todos sin importar lo que se nos presente. Un año nuevo bendecido para todos ustedes y gracias por su apoyo. P. Ringley |