My Lenten Journey (Week II) Fr. Ringley My homily for the Second Sunday of Lent was intended to explain the threefold purpose of penance, i.e. to instill and maintain sorrow for sin and a subsequent desire to avoid sin, to make reparation for sin, and to do penance as a rehearsal or training session for dealing with the daily difficulties of life. The three traditional ways of penance are prayer, fasting, and works of charity or mercy. I quoted St. Peter Chrysologus (5th century Doctor of the Church) as stating that the three ways must be exercised together. In short, prayer and fasting lead to works of charity or mercy, i.e. to love of God and love of neighbor. However, there is a fourth way of doing penance. This is how it is put by the Handbook of Indulgences based on various texts from the documents of the Second Vatican Council: “A partial indulgence is granted to the faithful who, in the performance of their duties and in bearing the trials of life, raise their mind with humble confidence to God, adding – even if only mentally – some pious invocation” (Three General Grants # 1). In other words, we may accept joyfully from God all the trials of our daily lives and offer them back to Him as a penance for our sins. Certainly, one of the trials of any teacher’s life is grading papers, even if that is not the teacher’s greatest trial. Yet, in the midst of the drudgery of grading papers, the teacher is able to enter the mind of his students and to see how they think (or don’t think) based on how they respond to particular questions. Today, I spent several hours correcting the latest RCIA quiz and, while offering my trial up to God with a pious invocation, I gained some insight. I have been a teacher off and on for almost my entire life, and I have never employed a multiple-choice test as an assessment tool, much to the chagrin of my students. Both students and teachers love multiple-choice tests. Teachers love them because a machine can grade them. Students love them because the answer to the question is always put in front of them. They only have to pick the correct answer out of a line-up of other answers. In my opinion, this manner of testing does not demonstrate a real grasp of the information on the part of the student. One either knows the answer or one does not. The first question on our RCIA test was, “Do Catholics believe that Jesus Christ is God or man?” Now, my former high school students would have called this a “trick question”. I prefer to call it a “thinking question”. The “tricky” part of the question is the conjunction “or”. Most students will answer the question, “yes”. “Yes”, of course, is not a possible answer to an “either/or” question. Some students will answer the question with either “God” or “Man”. The correct answer to the above question is “Both”. Jesus Christ is both God and man. I know that most of my students understand that, but they are not yet capable of working their way through the language to get at the heart of the question. I believe that that ability is terribly important, because much of the confusion about the Lord and His Church today is the result of confusion caused by language. One must absolutely know the answer to the question despite how the question is posed. Jesus Christ is both God and man. In whatever way we ask the question, the answer remains the same. My Lenten goal for this week is to remember to offer to God all the little sufferings of my daily life as a penance for my sins and those of the whole world…even grading papers. |
Mi Jornada Cuaresmal (Semana II) Padre Ringley Mi homilía para el segundo domingo de Cuaresma tenía como objetivo explicar el triple propósito de la penitencia, es decir, inculcar y mantener el dolor por el pecado y un deseo posterior de evitar el mismo, repararlo, y hacer penitencia como ensayo o sesión de entrenamiento. para afrontar las dificultades diarias de la vida. Las tres formas tradicionales de penitencia son la oración, el ayuno y las obras de caridad o misericordia. Cité a San Pedro Crisólogo (Doctor de la Iglesia del siglo V) diciendo que los tres caminos deben ir juntos. En resumen, la oración y el ayuno conducen a obras de caridad o misericordia, es decir, al amor a Dios y al prójimo. Sin embargo, hay una cuarta forma de hacer penitencia. Así lo expresa el Manual de Indulgencias basado en varios textos de los documentos del Concilio Vaticano II: “Se concede una indulgencia parcial a los fieles que, en el desempeño de sus deberes y soportando las pruebas de la vida, su mente con humilde confianza en Dios, agregando, aunque sea sólo mentalmente, alguna invocación piadosa ”(Tres Subvenciones Generales #1). En otras palabras, podemos aceptar con gozo de Dios todas las pruebas de nuestra vida diaria y ofrecérselas a Él como penitencia por nuestros pecados. Ciertamente, una de las pruebas de la vida de cualquier maestro es calificar trabajos, incluso si esa no es la prueba más grande para el maestro. Sin embargo, en medio de la monotonía de calificar trabajos, el maestro puede entrar en la mente de sus alumnos y ver cómo piensan (o no piensan) basándose en cómo responden a preguntas particulares. Hoy, pasé varias horas corrigiendo el último cuestionario de RICA y, mientras ofrecía mi prueba a Dios con una piadosa invocación, se me ocurrió una idea. He sido profesor durante casi toda mi vida y nunca he utilizado una prueba de opción múltiple como herramienta de evaluación, para disgusto de mis alumnos. Tanto a los estudiantes como a los profesores les encantan los exámenes de opción múltiple. A los profesores les encantan porque cuentan con una máquina para calificarlos. A los estudiantes les encantan porque la respuesta a la pregunta siempre se les presenta. Solo tienen que elegir la respuesta correcta de una lista de otras respuestas. En mi opinión, esta forma de prueba no demuestra una comprensión real de la información por parte del estudiante. O se sabe la respuesta o no. La primera pregunta en nuestra prueba de RICA fue: "¿Creen los católicos que Jesucristo es Dios o un hombre?" Ahora, mis antiguos alumnos de secundaria habrían llamado a esto una "pregunta capciosa". Yo prefiero llamarla una "pregunta de comprensión". La parte "delicada" de la pregunta es la conjunción "o". La mayoría de los estudiantes responderán a la pregunta "sí". La respuesta “Sí”, por supuesto, no es una respuesta posible para este tipo de pregunta. Algunos estudiantes responderán a la pregunta con "Dios" o con "Hombre". La respuesta correcta a la pregunta anterior es "Ambos". Jesucristo es tanto Dios como hombre. Sé que la mayoría de mis estudiantes entienden eso, pero aún no son capaces de abrirse camino a través del idioma para llegar al meollo de la pregunta. Creo que esa habilidad es tremendamente importante, porque mucha de la confusión sobre el Señor y Su Iglesia hoy en día es el resultado de la confusión causada por el lenguaje. Uno debe saber con certeza la respuesta, sin importar de que forma se hace la pregunta. Jesucristo es tanto Dios como hombre. De cualquier manera que hagamos la pregunta, la respuesta sigue siendo la misma. Mi meta de Cuaresma para esta semana es recordar ofrecerle a Dios todos los pequeños sufrimientos de mi vida diaria como penitencia por mis pecados y los del mundo entero… incluso mi trabajo de corregir los exámenes de mis alumnos. |