This afternoon, a bright, sunny, slightly chilly one, I was standing on the back porch pondering the empty yard between the rectory and the school. I watched two squirrels chase each other around in circles until they bolted away from each other, their business apparently concluded. I reflected on the fact that they seem oblivious to the trials their human neighbors are presently enduring. I presume that they are not susceptible to the coronavirus, but has anyone checked? | Esta tarde, soleada, ligeramente fría, estaba parado en el porche de atrás reflexionando. El patio que se encuentra entre la rectoría y la escuela esta desolado. De pronto vi a dos ardillas persiguiéndose dando vueltas en círculos hasta que se alejaron la una de la otra. Aparentemente ya no tenian nada que hacer juntas y se separaron. Yo reflexione sobre el hecho de que estos animalitos parecen ajenos a las pruebas que sus vecinos, nosotros los humanos estamos pasando en la actualidad. Supongo que no son susceptibles al coronavirus, no se si alguien lo habra verificado. |
The squirrels seemed not to notice that the football abandoned by the schoolboys when they were sent home last week has been sitting in the same spot since that fateful day. My guess is that, since squirrels are able neither to eat a football nor use it to make improvements to their home, it doesn’t concern them much. By the way, I believe the same football was sent crashing through our dining room window last winter by a young NFL hopeful. I hope the coronavirus does not interrupt the trajectory of his career. | Las ardillas parecían no darse cuenta, de que el campo de fútbol estaba abandonado, no habian ninos, estos fueron enviados a casa la semana pasada para protejerlos del contagio del Coronavirus. Supongo que para las ardillas nada de esto es importante. No pueden comerse la pelota de futbol ni les sirve para hacer mejoras en sus casas, asi es que despues de eso, lo demas les tiene sin cuidado. Por cierto que ese mismo balon hace algunas semanas se estrello en una de nuestras ventanas de la rectoria, porbablemente lanzada por algun estudiante que aspira a ser idolo de la NFL algun dia. Espero que el coronavirus no interrumpa los suenos de este muchacho y algun dia continue con sus aspiraciones de llegar a ser un gran futbolista. |
Meanwhile, a group of three or four teenage boys walked together across the empty church parking lot. Like the squirrels, the teenage boys seemed oblivious to the trials of their human neighbors. And, as is surely the case for the squirrels, “social distancing” is nothing but a pair of big words that are not part of their vocabularies. Without doubt, however, the boys would have been interested in the abandoned football had they been aware of its existence. | Luego del episodio de las ardillas, contemple a un grupo de tres o cuatro muchachos adolescentes que caminaban juntos en el estacionamiento de la Iglesia, que permanece libre de automobiles. Al igual que las ardillas, los adolescentes parecían ajenos a las pruebas por las que estamos pasando tanto sus vecinos como el resto los seres humanos. Y, como seguramente es el caso de las ardillas, el "distanciamiento social" no es más que un par de palabras que no forman parte de sus vocabularios; pero no cabe duda que si se hubieran percatado del campo de futbol y de la pelota, seguramente que se hubieran detenido a "mover" la pelota. |
For now, those of us who can must do all we are able, spiritually and physically, to overcome this situation. And we will. When life returns to “normal”, and it will, we will have been changed. Then, no one will be concerned about whether squirrels can contract the coronavirus or whether teenage boys maintain a responsible distance of six feet between them as they stroll through an empty parking lot. As for me, when all of this is past, I expect that the sound of a football crashing through my dining room window won’t bother me all that much. | Por ahora, aquellos de nosotros que podemos, y estamos conscientes de nuestras respondabilidades, haremos todo lo posible tanto fisica como espiritualmente para ayudar a vencer esta prueba. Y cuando la vida vuelva a ser "normal", y así será, seremos cambiados. Entonces, a nadie le preocupará si las ardillas pueden contraer el coronavirus o si los adolescentes mantienen una distancia responsable de seis pies entre ellos mientras pasean por un estacionamiento vacío. En cuanto a mí, cuando todo esto haya pasado, espero que el sonido de una pelota de fútbol que se estrella contra la ventana de mi comedor no me moleste tanto. |
Fr. Ringley Tuesday, March 24th, 2020 |
El p. Ringley Martes 24 de marzo de 2020 |