Homilía: El Domingo 5 de Noviembre 2017

El último miércoles celebramos la maravillosa fiesta de Todos los Santos. Este es el día en que agradecemos a Dios por las oraciones de los santos en el cielo por nosotros. Estos son los hombres y mujeres que se transformaron en esta vida por la gracia de Dios para llegar a ser santos. Nos dan la esperanza de que nosotros también podamos ser santos.

Esta fiesta es un día sagrado de obligación. Pero recuerda que cada domingo es un día sagrado de obligación. ¿Qué significa esto? ¿Por qué la Iglesia nos dice que debemos ir a misa todos los domingos y días festivos? Los protestantes no tienen que ir a la iglesia en absoluto. Algunos lo hacen, otros no. Entonces, ¿por qué los católicos tienen esta obligación de ir a misa? Es cierto que esta es una de las leyes de la Iglesia a la que debemos obedecer. Pero diría esto: venimos a misa el domingo y los días santos no por ley, sino por amor. Dios nos amó a usted y a mí tanto que nos dio su único Hijo para morir en la Cruz por usted y por mí, para que nuestros pecados puedan ser perdonados y por su resurrección de entre los muertos nos da la esperanza de la vida eterna. ¿Cómo respondemos a este amor total de Dios? Respondemos por nuestro propio acto de amor y uno de los actos de amor más importantes que podemos darle es adorarlo en el Santo Sacrificio de la Misa.

Pero tú me dices: ¿no podemos mostrarle el amor de otras maneras? Por supuesto. Le mostramos amor cada vez que mostramos amor a otra persona, cada vez que hacemos un acto amable, cada vez que nos sacrificamos por alguien más. Pero si amo a Dios debo adorarlo, y debo adorarlo no solo sino con esa comunidad que es mi iglesia parroquial porque es aquí donde cada uno de nosotros está unido unos a otros debido a nuestra fe en Jesucristo. Lo que une a cada uno de nosotros aquí es nuestro amor y nuestra fe en Jesucristo que murió por nuestros pecados.

Pero, ¿por qué debemos adorar a Dios en la Misa? ¿Por qué no podemos simplemente tener un servicio de oración como hacen muchos protestantes? ¿Por qué la Misa? La respuesta a esa pregunta es importante y es una respuesta que muchos católicos no entienden, porque han olvidado lo que es la Misa. La misa es la re- presentación del Sacrificio de la Cruz. Lo que esto significa es que en cada Misa Cristo se ofrece a su Padre tal como lo hizo en la Cruz hace dos mil años. Y El se ofrece al Padre para usted y para mí que vienen a la Misa. Cuando el pan se transforma en el cuerpo de Cristo y cuando el vino se transforma en la sangre de Cristo, ese Cuerpo y esa Sangre se le ofrecen al Padre mediante el sacerdote. Y después de esa ofrenda sagrada, la gente está invitada a recibir la Sagrada Comunión, que es el verdadero Cuerpo y Sangre de Cristo, no un símbolo, sino el verdadero cuerpo y la sangre de Cristo. Cuando recibo la Sagrada Comunión, recibo el poder y el amor de Dios para transformarme. ¡Qué regalo es este para todos los católicos! Recibir el verdadero cuerpo y sangre de Cristo! Es por eso que debemos prepararnos para recibir un regalo tan precioso por medio de la Confesión.

Mis amigos, demos gracias a Dios que somos católicos, que tenemos la Misa, que nos tenemos unos a otros, que tenemos el amor de Dios en nuestros corazones.

Padre Richard Cipolla, Párroco de Santa María
Homilía a la comunidad hispana el sábado 4, y domingo 5 de noviembre del 2017

 

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